miércoles, 22 de febrero de 2012

EL TURISTA

Los mosquitos revoloteaban sobre mi cabeza calva y llena de lunares. Sentí un calor abrazador y respiré con dificultad. El aire estaba caliente e impregnado de humedad. Todo aquello que percibian mis sentidos parecía recubierto de una materia pegajosa y hostil, como si cantidades bíblicas de Coca Cola hubiesen sido derramadas sobre el mundo.
Yo esperaba sentado en el polvoriento asiento de cuero artificial de un colectivo que llevaba detenido varios minutos. Diez… doce quizás. Suficientes para impacientarme y buscar diferentes posiciones donde acomodar mis piernas, aunque la distancia entre los asientos era mínima. Junto a mí pude contar siete almas. Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete. Eran locales. Sudamericanos con certeza: piel trigueña, pelo oscuro y ojos color café. Todos parecían familiarizados con la situación, calmos y serenos. Traté de relajarme, no quería parecer desesperado por partir. Miré a uno de ellos, sentado hacia mi derecha. Permanecía estático y mantenía su boca ligeramente abierta. Su mirada conducía al frente, directo hacia la nada misma. Sus ojos eran puros, pero conocían el dolor. Jamás ví ojos tan distantes. Su expresión me recordó al gesto estéril de un prisionero de guerra. Naturaleza muerta.
Pasaron algunos minutos más. Nadie se levantó a investigar el motivo de la espera. Pude oír al menos media docena de voces pero aquel idioma extraño no significaba nada para mí. Entonces fui atravezado por un súbito deseo de fumar. Desenredé mis piernas dormidas, caminé a través del colectivo entre aquellos exóticos hombrecitos morenos de mirada distante y me dirigí hacia fuera. El calor era extremo. Creí poder percibir cómo el sol lentamente cocinaba mi carne. Caminé unos pasos sin rumbo alguno. En un hábil y veloz movimiento coloqué un cigarrillo en mi boca, utilicé mi encendedor catalítico con grabados de Pink Floyd y eché a perder 6 felices meses de abstinencia logrados en base a un milagroso programa de diez simples pasos y, por supuesto, esos maravillosos chicles de nicotina.

lunes, 6 de febrero de 2012

CORREO A UN PANDA Y SUCESOS MISTERIOSOS DE ESTA TARDE (06/02/12)

Man vos sabés que sos mi hermano y verte en Bs As una vez al mes sería un hit. Pero todo esto me hizo imaginar (inserte efecto visual de post producción noventosa que remite a un "flashback" pero hacia adelante, o sea un "fast-forward"): Llego a Ezeiza a recibirte. Sudo como bestia. Camino por unos pasillos luminosos mientras algunas azafatas menean sus uniformes y llevan sus valijas con rueditas que surcan los pisos muy musicales. Y hay booocha de remiseros de bigote y gafas furiosos por tabaco que esperan estafar al próximo neo zelandés inocente, rubión, de shorts graciosos y remera verde; quien a su vez nada sabe de remiseros viles ya que proviene de un lugar lejano en donde el sistema no incurre en intentos sistemáticos y desesperados de HOMICIDIO hacia su población. Sigo caminando. Sudo como bestia. Y te veo, un poco más gordito quizás, pero con ese jopo inconfundible, ligeramente empinado, que seguimos en ocasiones convencidos de su habilidad para señalar el sentido donde se hayaban los kioscos con birra después de las 21hs. Ahí estás! me mirás y te cagás de risa y bailas un toque, cosa que me hace sentir algo incomodo... pero ahí estás y es buenisimo verte en Bs As; y sobretodo cuando veo que te acercás agitando una bolsita del FREE SHOP, la cual imagino contiene deliciosos objetos masticables del chocolate más fino y puro (estoy bien fumado) que Asia puede ofrecer a sus exóticos visitantes y la caja es azul profundo y tiene inscripciones brillantes y mientras intento abrir la caja creo que estoy a punto de conocer el secreto mejor guardado de ARABIA... pero veo pelo, bocha de pelo de pecho.


Ok creo que necesito más droga, solo me queda narrarles los extraños sucesos de esta tarde:

hoy recibí una carta
de puño y letra
por primera vez en la vida
y lo más curioso...
de un completo extraño!

fue una de las cosas más misteriosas que me sucedió, sin duda...
Llego a la oficina y veo un sobre cerrado con estampilla a mi nombre
mmm...
abro el sobre y encuentro 2 papeles plegados
el primero escrito con birome
el 2do tipeado
ambos en ingles
primero checkeo el manuscrito
Dear Alejandro
cursiva turquesa
decia algo así
"This is not good journalism but it pays the rent..."
"I wrote 20 items like this some years ago
requested by Red Deer Express
the publisher found my writings
"exotic"
...
You know canadians are "closet travellers", so i suppose this worked as some kind of scapism for them

CHAN
lei hasta ahí y casi me desmayo chicos.
en el otro papel (el impreso)
habia un cuento
sobre un viajero
que tiene que sobornar a un oficial paraguayo en la frontera
o sea... alguien me mando su cuento entienden chicos?
desde Londres!

No tengo idea de quien es
pero lo pienso averiguar
creo que voy a escribirle un cuento
sobre alguien que recibe un cuento de un completo desconocido y le responde
en un loop infinito.


••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••